La reducción del desperdicio alimentario es uno de los grandes retos de nuestra sociedad actual. No en vano, cada año se pierden toneladas de productos que podrían haberse consumido, lo que supone un problema económico, medioambiental y social. En Gadisa, asumimos esta responsabilidad de forma compartida y trabajamos para que cada alimento tenga un destino útil.
Estrategias de planificación y control de inventarios
Una de las claves para minimizar pérdidas es la organización. Un buen sistema de inventario y de control de productos es fundamental para anticiparse a la demanda y garantizar que los alimentos lleguen a tiempo a la mesa de los consumidores.
Gestión de stock para evitar excedentes en puntos de venta
La correcta gestión del stock evita la falta de productos y los excedentes que terminan caducando. En Gadisa, apostamos por herramientas digitales que nos permiten prever la rotación de cada artículo según la época del año o el comportamiento del consumidor. Esta planificación es muy importante para la reducción del desperdicio alimentario, ya que podemos ajustar mejor la oferta a la demanda real.
Además, nuestros equipos de tienda reciben formación específica para controlar las fechas de caducidad, aplicar las mejores promociones en los artículos que están cerca de vencer. Además, pueden organizar los lineales para que los alimentos con un menor margen de consumo estén más accesibles para los clientes.

Reciclaje y donación de alimentos
A pesar de todo esto, es inevitable que algunos productos no se vendan. En estos casos, lo más importante es darles un uso que tenga un impacto positivo, ya sea a través del reciclaje o de la donación a entidades benéficas.
Sistema integral de reciclaje y clasificación de envases en tiendas, centros logísticos y oficinas
Nuestro compromiso se refleja también en el sistema de reciclaje que llevamos a cabo en tiendas, centros logísticos y oficinas. Clasificamos los envases, los plásticos, el cartón y otros residuos para que puedan tener una segunda vida útil. Con este proceso, ayudamos a reducir la huella ambiental de la empresa.
Gracias a la separación y a la gestión eficiente de los residuos, fomentamos una cultura corporativa. Cada empleado es consciente de la importancia de participar en la reducción del desperdicio alimentario.
Alimentos sin vender pero aptos para consumo son donados a bancos de alimentos o compostados
Si un alimento no llega a venderse, pero aún es apto para el consumo, se destina a bancos de alimentos u otras organizaciones sociales. De esta forma, garantizamos que los productos lleguen a quienes más los necesitan. Por otro lado, aquellos que ya no pueden consumirse se usan para compostaje y se transforman en abono natural para la tierra.
Con todo esto, logramos evitar que acaben en la basura grandes cantidades de alimentos. Queremos que la gestión de excedentes sea una oportunidad para generar valor social y medioambiental.

Educación y concienciación en consumo responsable
Pero no basta solo con aplicar estas medidas dentro de las tiendas. Creemos también que la educación es esencial para cambiar los hábitos de compra y de consumo. Por eso, desarrollamos iniciativas para sensibilizar a clientes y empleados sobre la importancia de consumir de forma equilibrada y responsable.
Campañas para informar sobre reducción de azúcar, comidas locales y sostenibilidad
Mediante las campañas de concienciación, buscamos informar sobre el impacto que tienen nuestras decisiones diarias. Entre ellas, destacan las orientadas a promover la reducción de azúcar, impulsar las comidas locales y fomentar la sostenibilidad en el hogar. Estas acciones ayudan a los consumidores a llevar una vida más saludable y a alinearnos con el objetivo de la reducción del desperdicio alimentario.

Sostenibilidad como ventaja competitiva y social
La sostenibilidad es ya toda una necesidad en cualquier empresa. Debemos aprovechar al máximo los recursos alimentarios y convertir esta estrategia en un pilar fundamental.
La reducción del desperdicio mejora imagen corporativa, eficiencia y vínculo con la comunidad
Las medidas de reducción de los desperdicios benefician al medioambiente y refuerzan la eficiencia interna de la empresa. Una organización que gestiona bien sus recursos gana en competitividad, reduce los costes y genera una mayor confianza entre sus clientes. Todo ello ayuda a que la reducción del desperdicio alimentario no se vea como una obligación, sino como una excelente oportunidad de generar un impacto positivo a todos los niveles.

